Comunicación asertiva: principio básico de las organizaciones eficientes
“Soy responsable de lo que digo, no de lo que entiendes.”- Bob Marley
Todos los días, a todas horas, en todas partes nos comunicamos. Los silencios también comunican, porque incluso cuando no emitimos sonido alguno damos un mensaje. Comunicar es una actividad tan natural como caminar o respirar, pero no por eso deja de ser compleja.Por ejemplo, imaginemos un día normal en la oficina. Cuántas veces no hemos estado en medio de malentendidos porque creemos que dijimos tal cosa, pero nuestro compañero entendió algo totalmente distinto. Aunque pensemos que nuestro mensaje es claro, existe una alta probabilidad de que quien nos escucha no lo entienda, ya que entra en juego su propia subjetividad.
Dar el mensaje correcto, de la manera correcta, en el momento correcto y a la persona correcta, es todo un arte. Lamentablemente, no siempre estamos conscientes de las implicaciones de no dominar correctamente la comunicación, por lo que sufrimos amargas consecuencias.
¿Existe alguna manera de mejorar la comunicación? Claro que sí. Hay diferentes formas de comunicación, las cuales varían de acuerdo a la persona, situación, código y la referencia que se tenga del mensaje. Sin embargo, la clave está en desarrollar la comunicación asertiva como habilidad social. Mejorar nuestra comunicación, impacta de manera positiva nuestra vida personal y profesional.Al tratarse de una habilidad social es necesario alinear pensamientos, emociones y actitudes, para transmitir nuestro punto de vista de un modo claro.
Las personas asertivas expresan lo que desean de manera directa y honesta. Defienden sus propios intereses y necesidades de forma respetuosa. En resumen, ejercer una comunicación asertiva implica conseguir lo que queremos.Pon en práctica los siguientes principios para desarrollar la comunicación asertiva:
Respeto por los demás y por un@ mism@. Nunca olvidemos que el respeto debe regir nuestras relaciones humanas.
Sé directo. Comunica de forma clara, elimina información extra y mantén el mensaje simple.
Sé honesto. Eso no significa que debas revelar todo lo que pasa por tu mente.
Sé apropiado. Considera el contexto en donde se lleva a cabo la comunicación.
Lo anterior también se aplica en la comunicación organizacional para gestionar el flujo de información dentro de la empresa.Si todavía no crees que una comunicación deficiente impacta negativamente las organizaciones, piensa en la última vez que le solicitaste un reporte a Juan de Ventas. Seguramente te entregó algo diferente a lo que pediste porque “entendió” otra cosa. O recuerda aquella vez que le sugeriste a tu jefa opciones para optimizar cierta tarea y creyó que insinuabas que no sabía hacer su trabajo. Definitivamente, la comunicación asertiva puede llevar a la organización a un mejor desarrollo de ideas y alcance de objetivos institucionales.Las ideas claras y abiertas que se transmiten de manera asertiva pueden:
Mejorar el aprovechamiento de recursos.
Eficientar los procesos o generar negociaciones exitosas entre clientes internos y externos.
Motivar la creatividad e innovación, ya que los colaboradores cuentan con libertad, autonomía y autocontrol.
Consolidar una empresa más productiva, sólida y competitiva.
Minimizar la rumorología o radiopasillo dentro de la empresa.
Elevar la productividad de las personas y optimizar la actividad financiera de la compañía.
Si tu organización no se comunica a través de mensajes asertivos, ese vacío será llenado por información inexacta y poco fiable que solo aumentará la ansiedad y la inseguridad de las personas que laboran en la empresa.
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